lunes, 29 de abril de 2013

¡Cuidado con la música! IX




El viajero y su sombra 1

Podemos ver que en este libro, desde el apartado §149 hasta §161 toma a los músicos: Bach, Haendel, Haydn, Beethoven, Mozart, Schubert, Mendelssohn, Chopin y Schumann. Cuando Nietzsche habla de ellos lo hace escuetamente, casi como una nómina de los que considera relevantes, aunque sea para criticarlos y sacárselos de encima.
         Tomemos al primero:
En el §149 dice de Bach: es el estado del espíritu de un hombre que hubiese estado presente en el momento en que Dios creó el mundo.
Describir de un músico este estado espiritual es siempre loable, pero lo que interesa aquí es que para Nietzsche la creación del mundo fue con música. Hay otros autores que piensan lo mismo, además de culturas enteras que generaron sus propias leyendas al respecto. Pero si podría elegir entre un relato de ficción u otro, entre una creencia u otra, yo me quedaría con la creación del mundo según J. R. R. Tolkien, quien lo articula en el Silmarillion del siguiente modo:

AIUNLINDALË (La música de los Ainur)En el principio estaba Eru, el Único, que en Arda es llamado Ilúvatar; y primero hizo a los Ainur, los Sagrados, que eran vástagos de su pensamiento, y estuvieron con él antes que se hiciera alguna otra cosa. Y les habló y les propuso temas de música; y cantaron ante él y él se sintió complacido. (…) Entonces las voces de los Ainur, como de arpas y laúdes, pífanos y trompetas, violas y órganos, y como de coros incontables que cantan con palabras, empezaron a convertir el tema de Ilúvatar en una gran música; y un sonido se elevó de innumerables melodías alternadas, entretejidas en una armonía que iba más allá del oído hasta las profundidades y las alturas, rebosando los espacios de la morada de Ilúvatar; y al fin la música y el eco de la música desbordaron volcándose en el Vacío, y ya no hubo vacío.

Volvamos al comentario de Nietzsche sobre Bach, vemos que no es desacertado ya que el músico enfrentó algo que es sumamente interesante: le puso música a la Biblia (más específicamente a los evangelios, el Nuevo Testamento). De ellos el más hermoso según muchos (opinión que comparto) es el de San Juan, simplemente porque es el más poético. Así que Bach, tomando este evangelio, su poética, y musicalizándolo, ha hecho algo grandioso: La pasión según San Juan.
Pensemos sin embargo un segundo en este gesto: tomar un escrito y ponerle música. Leo Masliah, gran compositor uruguayo, por lo general juega con esto y realiza lo contrario: toma la música y le pone letra. Es famosa en este sentido su “Sonata del perro de Mozart”.
Nietzsche propone la presencia de Bach en la creación del mundo, de su música, y de su música porque representa el estado del espíritu. Si es el espíritu –el alma si quieren también- aquel que se presenta dando vida a la arcilla, transformando el humus en ser viviente, no es tanto para generar el cansino debate de cuerpo y alma, o mente y cuerpo, sino para entender por fin que en la música y gracia a ella hay algo que se insufla, que estando vivos se vivifica, que se crea y expresa en y para un cuerpo… tanto así que lo que allí se genera es un cuerpo de goce.
Los dejo entonces con estas dos composiciones. Atended a lo que comienza en el minuto 6:11 de la de Bach y sigue, son los segundos más sublimes a mi parecer.      

Para escuchar los temas por favor diríjanse a: cuidadoconlamusica.tumblr.com, gracias

2 comentarios:

  1. para mí fue una sorpresa Nietzsche compositor, músico. Cada entrega renueva mi sorpresa.Hace falta que relea "El origen de la tragedia",,,
    A su manera, Haendel con su Sarabande e I: Bergman con su film homónimo expresan lo que sólo puede la música,
    Gracias

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  2. Gracias a vos por el comentario Elisabet

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